Así, dividieron la clase en cuatro equipos que fueron rotando para realizar todas las actividades preparadas:
ACTIVIDAD 1: Los equipos debían utilizar sus sentidos para descubrir de qué material estaban hechos los objetos que tenían sobre la mesa. Después, tomaban notas en su cuadernillo.
ACTIVIDAD 3: En este puesto, los niños debían descubrir si los objetos eran rígidos o flexibles, duros o blandos, opacos o transparentes y si eran resistentes al agua.
ACTIVIDAD 4: Para terminar, diferentes objetos fabricados con diversos materiales debían ser introducidos dentro de un barreño con agua para comprobar así su flotabilidad.
Pasaron un rato muy divertido y, lo que es mejor, reforzaron todo lo aprendido en clase. ¿La próxima? Muy pronto, seguro.
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